A lo largo de la agenda se han entregado herramientas para cuidar la salud de las plantas, desde las perspectivas que una planta bien nutrida y un ambiente que busque la diversidad y el equilibrio podría brindar las condiciones de prevención para que una planta pueda crecer plenamente. La alelopatía y el aporte de minerales de manera balanceada serán fundamentales en asegurar estas condiciones.
Es importante mencionar, que en ocasiones aún con estas situaciones solucionadas podemos tener otras problemáticas, como vecinos que trabajan principalmente con cultivos convencionales (usando químicos y causando desequilibrios ambientales), o que hayamos escogido plantas que para las condiciones climáticas y geográficas particulares de nuestra zona sean más vulnerables a alguna enfermedad o plaga. También podemos encontrar que hay plantas con disposición genética a sufrir ciertas situaciones y es por eso que de entrada tener diversidad nos permitirá no perder la totalidad de lo sembrado.
En estos momentos en que las prácticas preventivas no son suficientes se puede ayudar a la planta de diversas maneras. Un ejemplo de esto es la incorporación de enemigos naturales de las plagas o microorganismos que están afectando nuestros cultivos, o buscando generar el ambiente y las condiciones para que ellos mismos poblen naturalmente el espacio. Hoy en día hay estrategias para generar hoteles de insectos benéficos que pueden ayudar a la salud de las plantas pero también a su polinización.
Herbolaria para la salud de las plantas
El uso de infusiones, fermentos y extractos de plantas se ha hecho común en las agriculturas alternativas, tanto en manejos preventivos (como repelentes) como de manera curativa. El afiche de alelopatía que acompaña esta agenda, nos puede dar una idea no solo de que plantas asociar en la siembra, sino que también nos puede acercar a qué plantas usar en la elaboración de medicinas botánicas.
Preparación y aplicación:
En el caso de los extractos más puros, como los aceites esenciales y otros tipos de destilados se debe revisar con precisión la formulación en cada caso particular, para no ir a afectar la planta u otros organismos benéficos del entorno.
En el caso de las infusiones y fermentos usados como repelentes, en su mayoría se pueden aplicar con una dilución simple. Se recomienda hacer el preparado usando 100 gr. de la planta en 1 litro de agua limpia. Una vez se obtenga la infusión o la fermentación se puede diluir 1 parte de la preparación en 10 partes de agua y aplicar por aspersión (dependiendo del insecto o enfermedad que se quiera controlar se establece la manera de aplicación).
Además de la referencias compartidas en la sección de alelopatía encontramos que comúnmente se referencian las siguientes plantas:
Ajo y ají: Principalmente para insectos.
Neem: Para insectos.
Cola de Caballo: Para hongos.
Chipaca: Para hongos.
Ortiga: Para insectos.