Existen entonces alternativas para enriquecer el suelo desde los aportes minerales de las rocas, reconociendolo como un factor formador y buscando ahorrar un tiempo largo de espera facilitando su mineralizaciòn.
Un ejemplo de esto son los APORTES DE ROCAS LOCALES, para fertilizar pastos cultivos hortícola y frutales y los POLVOS DE ROCA que se agregan a los compost de estiércol donde además de enriquecerlos en minerales eliminan los malos olores.
En algunas regiones los campesinos han conservado la práctica ancestral
de aplicar estiércoles, capote, helecho marranero y hojarasca como fuentes
orgánicas al suelo y como fuentes minerales la tierra de peña (rica en Potasio y otros minerales) para el cultivo de la papa especialmente, también es usado el sedimento que sacan de los drenajes de las tierras bajas, roca fosfórica, cales agrícola, dolomita.
La utilización de las rocas como fertilizante se ha venido recuperando
y fortaleciendo con la publicación del libro titulado Panes de Piedra que explica cómo utilizar los inagotables tesoros que están a nuestro alcance en las nutritivas fuerzas de las rocas. Se ha comprobado que cada piedra aporta al suelo y a la nutrición de las plantas 114 minerales, mientras que los fertilizantes de síntesis química solo aportan en el mejor de los casos cerca de 20 minerales.
Otra alternativa que emula algunos procesos de la formación del suelo
facilitando la re-mineralización es el uso de residuos animales que a veces
se aprovechan poco, como los huesos, bien sea mediante Harina de Huesos o mediante Fosfitos.
Aproximadamente el 15% del peso vivo del animal viene de los huesos, los cuales estando frescos contienen 50% de agua y 15% de médula y usualmente se le adhieren recortes de carne, grasa y tendones.
Los huesos secos y desgrasados principalmente se componen de materia orgánica y sales inorgánicas, teniendo la oseína como elemento esencial de la sustancia orgánica y entre las sustancias inorgánicas un 33% de calcio, 20% de fósforo y pequeñas cantidades de otros elementos como sodio, potasio y magnesio.
Harina de Huesos
Materiales:
100 kilos de huesos (rsiduos de carnicería, matadero y domésticos).
Se puede realizar en fogones de leña de manera lenta, es preferible usar fogones cerrados o sistemas de combustión lenta (como pilas de carbón). Según la grasa de los huesos la incineración puede ser más o menos rápida.
Preparación:
- Disponer los huesos de a pocos al fuego directo hasta que se tornen de
color blanco. - Retirar los huesos del fuego y se dejan enfriar.
- Moler en molino de martillos, máquina de moler vieja o se trituran lo más fino posible con una almadana.
- Empacar en una bolsa resistente, bien cerrada, en un lugar fresco lejos de la humedad. Se recomienda registrar con peso, descripción de material incinerado, fecha y lugar de elaboración.
Uso de la harina de huesos:
Se puede usar directamente como fertilizante, cubriendo con hojarasca,
tierra o materia orgánica. Por su contenido de fósforo y calcio mejora las
raíces y la floración de los cultivos. Si se acompaña de fosfito se dosificarían por mitades por el fósforo que contienen ambos. Se reduce la dosis si también se acompaña de micorrizas.

Harina de Rocas
Materiales:
Piedra boba, granito y rocas locales, piedras pequeñas de río de distintos colores.
Preparación:
- Se deshacen las rocas que lo permitan hacer con la mano o molerlas en
fresco con una almadana. - Se colocan en un fogón o fogata las demás rocas y se ponen a quemar hasta que estén al rojo vivo.
- Se sacan (con ayuda de un gancho o herramientas apropiadas) y se echan
en agua fría para que el choque térmico las afloje. - Se dejan enfriar y se inicia el proceso de pulverización: con molino de
martillos ó molino de bolas, hasta convertirlas en harina; ideal que quede un polvo bien fino.
Uso de la harina de rocas:
Se puede incorporar directamente al suelo, a purines biológicos y minerales, a abonos sólidos como compost, abonos fermentados, gallinaza, conejaza, porquinaza, bobinaza o lombricompost
y utilizarla para envolver las semillas para la siembra, en este caso
es ideal que se mezcle con harina de hueso que poseen mayor contenido de fósforo.