Las comunidades tienen el derecho y la responsabilidad de preservar su diversidad
La diversidad agrícola no puede ser mantenida sin preservar la comunidad campesina. Así mismo, la comunidad campesina no puede sustentarse sin preservar la diversidad.
Si los campesinos Latinoaméricanos pierden el control de sus variedades tradicionales pasarán a depender de semilla importada, que a menudo, no estan bien adaptadas a sus condiciones ambientales específicas o locales. Cada vez más, el mejoramiento de plantas está quedando bajo el control de empresas químicas transnacionales con grandes intereses económicos en el campo de los fertilizantes y pesticidas. La tendencia en su trabajo de mejoramiento es hacia variedades de alta respuesta, seleccionadas para funcionar mejor con agroquímicos. Por lo tanto, depender de semilla importada significa depender de productos agroquímicos importados y utilizados excesivamente. La naturaleza de esta dependencia y los costos que ella implica para el agricultor, el suelo y el medio ambiente ponen en peligro la sobrevivencia de la pequeña propiedad agrícola.
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Un banco de semillas puede y debiera ser una finca viva y funcionando. También puede ser una unidad de almacenamiento con humedad y temperatura controladas. Las palabras claves son Diversidad y Adversidad, Se debe ser lo suficiente metódico como para recolectar la diversidad que no es posible ver y lo suficientemente observador como para recolectar formas únicas. Son estas acciones las que pueden proteger nuestra soberanía alimentaria y salvar al cultivo del mañana.
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La estrategia de recolección, selección de semillas:
- Seleccionar plantas vigorosas, sanas, sin plagas o enfermedades, con buen desarrollo, que tengan las características propias de la variedad a multiplicar y plantas con buena producción de frutos.
- Cosechar los frutos mejor formados, de buen color y uniformes. Descartar frutos con plagas, enfermedades o apariencia extraña. El momento adecuado para cosecharlos, es para cuando la planta se encuentre a mitad del ciclo de cosecha.
- Extracción de la semilla: tomar frutos maduros con madurez comprobada usando cuchillos y cucharas limpios para extraerlas.
- Fermentación: Las semillas de berenjena, tomate, zapallo, melón y pepino pueden obtenerse dejando fermentar la fruta en agua. La pulpa de la fruta incluyendo la semilla se sitúan en un balde y se añade agua, revolviendo ocasionalmente durante dos a tres días. Cuando la fermentación haya terminado se desecha el licor de pulpa y agua cuidando de conservar la semilla buena que se depositara en el fondo. Estas semillas se colocan y se dejan secar por dos a tres días sobre una malla antes de envasarla.
- Limpieza y secado: Una vez extraídas las semillas deben ser lavadas para asegurar el desprendimiento total de restos del fruto. La ventilación es importante ya que evita el ataque de hongos. La mayoría de las semillas necesitan ser secadas después de la cosecha hasta un nivel de humedad conveniente. Para esto, se sitúan entre dos mallas metálicas o cribas puestas a la semisombra teniendo cuidado de darles vuelta frecuentemente durante un periodo de uno a tres días. Evite el secado rápido mediante aplicación de calor en un horno o por exposición directa al sol ya que muchos tipos de semillas mueren a temperaturas altas. El bajo contenido de humedad es el factor más importante para mantener la longevidad de las semillas normales. Cuando la semilla se produce al comenzar la temporada seca el secado pasivo sobre mallas es normalmente suficiente.
En los lugares donde sea posible comprar silica gel (en farmacias) puede ponerse en un envase cerrado junto a la semilla, para que el gel le “quite” la humedad adicional a la semilla. Si no es posible obtener gel, se puede hacer la prueba con leche en polvo. Lo que a la leche le falta en sofisticación le sobra en aplicabilidad.
Tenga cuidado con la semilla recalcitrante de los frutos tropicales. Estas son una de las grandes excepciones a la regla sobre humedad baja. Estas deben ser sembradas lo antes posible después de su recolección. En el intervalo, es necesario mantener la semilla en una bolsa de polietileno llena hasta la mitad y abrirla una vez al día para permitir su aireación. Este tratamiento mantendrá las contenidos de agua por sobre el 20%, tambien, evitará los efectos nocivos de las condiciones anaeróbicas sobre la semilla. La baja humedad (tanto en las semillas como en las habitaciones y en los envases en que se almacena) reduce el riesgo de actividad microbiana y hace más lento el deterioro fisiológico.
Almacenamiento de la semilla
- El control de la humedad y la temperatura es crucial. No es suficiente secar la semilla antes de almacenarla. La humedad y las altas temperaturas son amenazas serias, incluso después que la muestra ha sido envasada. Las condiciones húmedas y cálidas fomentan la actividad de insectos, hongos y microbios. La mejor forma de almacenar la semilla es logrando temperaturas menores de 21 grados centígrados en buenas condiciones de almacenamiento.
- Las bolsas plásticas y las botellas de vidrio pueden ser a prueba de agua, pero la humedad se condensa y acumula en su interior. Si es necesario, se puede poner un agente secante como la silica gel, o en su defecto, leche en polvo al interior de los envases para absorber humedad, teniendo en cuenta que la semilla no debe quedar en contacto directo con dichos agentes manteniéndose por encima de ellos en sacos porosos al interior de un envase más grande.
Conservación de las semillas
La conservación se puede dar en las parcelas, chagras o huertas donde están cultivadas las semillas, a esto se le llama conservación in situ. También se pueden almacenar en frascos, estantes de fincas, casas de semillas o bancos comunitarios, a esto se le denomina conservación ex situ.
Tecnologías artesanales para la conservación de las semillas
- Ceniza de leña y hollín: sumergir las semillas en este sustrato y almacenadas en recipientes herméticos. Usar 50 gr de ceniza para un kilo de semillas. La ceniza quita humedad y disminuye la disponibilidad de aire para insectos. También se puede usar arena muy seca.
- Pimienta negra: se usan 100 gr de pimienta negra para 60 kg de semilla.
- Ají picante: Secar y moler ají usando guantes y protección en boca y ojos. Se recomienda una dosis de 3mg por kg de semilla.
- Flores de Manzanilla: Colocar las semillas en infusión durante 15 minutos, cuando el líquido todavía está caliente. Luego se dejan secar bien.
- Tabaco: Mezclar 2 tabacos desmenuzados con 1 litro de agua. Impregnar las semillas con esta mezcla por 24 horas. Escurrir y luego sembrar. Las semillas se deben sembrar inmediatamente (no usar en semillas de tomate)
- Aceite de cocina: Secar muy bien las semillas (método especial para granos de tamaño grande (arveja, frijol, maíz, habichuela). Frotar las semillas con aceite levemente, para luego llevar a secar y guardar en cajones de madera o canecas de plástico con tapa hermética.
- Con metano: se hace biofertilizante a base de estiércol de bovino. El metano producido en este proceso se conduce por manguera de salida a la caneca con semillas por uno o dos días. Posteriormente, se sella la caneca quedando curado todo el material que recibió el metano.
*Cartilla Producción y conservación de semillas nativas y criollas de buena calidad y sanidad
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Tipos de semillas con las que nos relacionamos actualmente
Semillas ancestrales: Son variedades de semillas que han sido creadas y criadas mediante prácticas ancestrales de selección genética. Son llamadas de polinización abierta, es decir, que la planta produce su propia semilla y el agricultor puede guardarla y reproducirla. Han evolucionado en condiciones normales en el campo, en contacto con el ambiente, fauna, flora y respondiendo a las personas con las que convivieron.
Semillas nativas: son aquellas domesticadas a partir de semillas silvestres cultivadas por los antepasados hace miles de años. Se conservan de generación en generación como patrimonio familiar y local. Existen muchas variedades diferentes y están bien preparadas para enfrentar los cambios del clima debido a su variabilidad y amplia base genética.
Semillas criollas: Son semillas que, sin ser originarias de un lugar, han sido adaptadas a sus condiciones ambientales y culturales.
Semillas variedad: grupo o conjunto de semillas pertenecientes a un grupo mayor denominado especie, las cuales tienen características más o menos bien definidas, homogéneas o similares; pudiendo conservarlas establemente y transmitirlas a su descendencia. Se pueden crear por procesos naturales y artificiales.
Semillas industriales: son semillas que han sido producidas por técnicas de reproducción y selección definidas por las empresas o centros de investigación. Cumplen con las características definidas por la UPOV de novedad, distinción, uniformidad y estabilidad. Aquí se encuentran: híbridas, variedades y transgénicos.
Semillas híbridas industrial: Es una semilla que se obtiene del cruce de dos variedades puras, también se denominan F1; fueron creadas para producir grandes rendimientos al cosechar. Su respuesta depende del manejo con insumos químicos pero sus resultados son únicamente para la primera cosecha. No se deben guardar para resembrar porque no tendrán el mismo rendimiento que la semilla original o surgirán plantas deformes.
Semillas Transgénica: Es una semilla producida de manera artificial en laboratorio, a través de la introducción de genes de otras especies, por ejemplo, de un animal, microbio o planta; es decir, que no se podrían dar de manera natural. De esta manera se han roto las barreras naturales para la producción y reproducción de seres vivos. Las principales aplicaciones de la ingeniería genética en las plantas han estado dirigidas a la creación de plantas con resistencia a herbicidas, insectos dañinos y organismos causantes de enfermedades.
*Cartilla Redes de custodios y guardianes de semillas y casas comunitarias de semillas nativas y criollas.