No sobra recordar que para tener una planta sana es fundamental su nutrición, y para nutrir la planta es necesario primero nutrir el suelo con minerales, materia orgánica y microorganismos.
Ya se ha tratado anteriormente como remineralizar y aportar nutrientes
a la planta en una diversidad y cantidad importante, ahora queremos compartir como en la búsqueda de esta nutrición existen diferentes abonos y bio-insumos, que aportan mayor cantidad de materia orgánica y microorganismos, y que además podemos elaborar en nuestros propios espacios. Algunas preparaciones se pueden ajustar incluso a diferentes contextos urbanos.
Compost y Lombricompost
En el compost y lombricompost encontramos opciones en las que tenemos aporte de microorganismos y algunos minerales, pero fundamentalmente buenas cantidades okde materia orgánica, las cuales mejoran las condiciones físicas del suelo y facilitan la nutrición de la planta.
Adicionalmente, estas opciones son una posibilidad de manejar y
aprovechar de mejor manera nuestros residuos orgánicos domésticos (cáscaras de frutas y vegetales, semillas, etc) y también de aprovechar mejor algunos residuos biológicos como los estiércoles de animales, residuos de cosecha y poda de jardín, entre otros.
Básicamente estas dos alternativas son una forma de descomponer o
transformar la materia orgánica mediante la labor de microorganismos, en condiciones de presencia de aire (aeróbicas). En el caso del lombricultivo encontramos además que se suman las lombrices quienes además pueden contribuir directamente en la mejora del suelo en técnicas de producción in-situ como las torres de lombrices y jardines de herraduras, encargándose de distribuir nutrientes, aumentar el almacenamiento del agua y ayudar al crecimiento de las raíces por sus heces y deyecciones, así como hacer “túneles” que drenan y airean mejor el suelo.
El nombre del abono que se obtiene del proceso digestivo de la lombriz
es lombricompost, y en ocasiones es considerado uno de los mejores tipos
de abonos orgánicos por sus aportes. Comercialmente se le ha llamado también como Humus de lombriz y puede ser usado de manera sólida o líquida (bien por extracción del líquido del compost sólido o por la recolección de lixiviados y deyecciones de lombrices).
Aplicación sólida:
En la siembra de plántulas se deposita un puñado de lombricompost en la
base de la planta, se mezcla con tierra en la era, se cubre la raíz presionando suavemente. Para plantas adultas se realiza directamente alrededor de la raíz.
Aplicación líquida:
Se mezcla un litro de agua con una libra de lombricompuesto y se deja reposar por 24 horas, luego se cuela y se utiliza en proporción 1 a 10, o sea mezcla de un litro de lombricompuesto líquido por 10 litros de agua. Se recomienda utilizar de forma foliar.
Bioinsumos
Los microorganismos en el suelo son fundamentales para la nutrición y salud de la planta, de la misma manera que una flora intestinal equilibrada y sana en los seres humanos ayuda a garantizar el aprovechamiento de los alimentos y hasta ayuda a tener mejores estados anímicos y emocionales.
Tanto en suelos degradados, como en espacios que han venido recuperando
su materia orgánica y presencia de nutrientes, alternativas como los bioles
o biopreparados y la reproducción de microorganismos “eficientes” se hace
necesaria.
Reproducción de Microorganismos Eficientes Nativos o de montaña:
En esta preparación se busca reproducir hongos, bacterias, micorrizas y otros organismos benéficos que mejora las propiedades físico-químicas del suelo y los ciclos de los nutrientes. Se basa en la “captura” de nuestros recursos biológicos en bosques o montañas cercanas que tengan poca afectación por agroquímicos. Aprovechamos de esta manera que estos microorganismos están disponibles en la naturaleza de forma gratuita.
Materiales:
• Caneca de 200 litros.
• 3 bultos o más de hojarasca y / o mantillo de bosque (aporte de microorganismos nativos)
• 2 bultos de salvado de arroz (puede también ser harina de maíz, trigo, etc.)
• 4 kilos de melaza (puede sustituirse por melao de caña, dulces de fruta -no cítricas, azúcares).
Preparación:
- Se coloca una capa de mantillo, sobre un sitio que permita mezclar con los otros materiales.
- Se le aplica encima el salvado o harina.
- Se mezclan las dos capas con la mano de forma homogénea hasta que quede bien mezclada.
- Se humedece con la melaza previamente diluida en un poco de agua hasta lograr humedad adecuada según la prueba de puño (que quede mojado pero no escurra ningún líquido).
- Se empaca en la caneca pisando bien y llenando hasta el tope buscando que no quede aire dentro de la misma.
- Se tapa de forma hermética y se deja de 14 a 30 días.
- Una vez transcurrido ese tiempo se pueden usar la mezcla por el periodo de un año.
Activación para uso en el suelo:
• Caneca de 200 litros.
• 5 kilos de microorganismos eficientes nativos.
• Un costal ralo o sarán
• 4 kilos de melaza
• Agua no tratada, no clorada (preferiblemente de lluvia)
Proceso de activación:
Se diluye la melaza en 20 litros de agua y se dispone en la caneca.
Se alistan los microorganismos dentro del costal como una bolsa de té.
Se completa la caneca con agua no clorada y se tapa herméticamente.
Se deja soltando durante 4 días.
Nota: Después del día 15 de preparado este se convierte en levadura.
Aplicación:
Foliar (a las hojas): 1 a 4 litros (colado) en bomba de 20 litros completada con agua.
Después de los 15 días, se aplica al suelo en relación 1:1 (10 litros del preparado+ 10 de agua)
Frecuencia de aplicación: En hortalizas cada semana y en frutales cada mes.
Para tener en cuenta:
Se puede re-activar el preparado 2 o 3 veces agregando nuevamente 4 kilos
de melaza en agua, y se usaría después de 2 días.
Esta preparación debe permanecer con su color amarillo crema y el olor agradable a vino, si este olor cambio y se ve invadido por otro microorganismo se debe desechar.
El abono Bocashí
Otra forma de tratar la materia orgánica, de manera aeróbica es fermentándola a través de preparaciones estilo bocashi, en las que se buscan condiciones de humedad y temperatura adecuadas para que los microorganismos descompongan rápidamente la fracción más simple del material orgánico, como azúcares, almidones y proteínas, liberando sus nutrientes. A continuación compartimos una de las varias posibilidades en que se puede hacer este proceso.
Insumos:
• 2 bultos de cascarilla o afrecho de cosecha preferiblemente obtenido de la misma finca
• 2 bultos de Estiércol lo más fresco posible (puede ser de vaca, caballo, oveja, gallina)
• 2 bultos de tierra laborada
• 1 bulto de carbón vegetal
• 5 kilos de ceniza
• 5 kilos de tierra virgen
• 4 kilos de melaza
• 20 gramos de levadura
• 1 litro de lácteo como
yogur, suero o leche
• 30 litros agua
Preparación:
- Mezclar los ingredientes líquidos (agua y lácteo) y revolver enérgicamente.
- Colocar los componentes sólidos en capas. Se prepara una base de rastrojo (cascarilla o afrecho de cosecha), se cubre con un estrato de estiércol, un estrato de ceniza, un estrato de carbón, un estrato de tierra virgen, tierra labrada y un estrato de afrecho.
- Remojar en cada capa con la mezcla líquida.
- Cuando la pila de materiales ha llegado a una altura de 1,30mt. se
termina de humedecer homogéneamente. Se debe alcanzar una
humedad de puño, equivalente al 40%: tomar un puño de mezcla y
comprimirlo en una mano, el material no debe desmoronarse una vez abierta. - la mano, ni gotear. Si cumple con esas condiciones, el nivel de humedad es adecuado.
- Se cubre la mezcla con un plástico, sujetándola con piedras
para permitir el proceso de fermentación y mantener la
humedad. En esta etapa las bacterias termófilas actuarán a altas
temperaturas haciendo el proceso de composición más efectivo. - Dejar tapado por 3 días.
- Al 4to día la mezcla debe ser volteada para evitar que se queme el
abono preparado hasta que la mezcla baje de temperatura. Se repite el
procedimiento, cada 3 o 4 días, durante aproximadamente 2 semanas. - El abono estará listo cuando desprenda olor a fermentado y esté
recubierto por colonias de hongos. Si por el contrario desprende olor
a podrido, es muestra de que el proceso no se ha dado correctamente.
El tiempo de duración es variable, sin embargo no excede los 30 días. Se recomienda aplicarlo tan pronto como esté listo.
Aplicación:
Al ser aplicado, el abono no debe entrar en contacto directo con las raíces de las plantas, debido a que el proceso de fermentación continúa y puede haber aumento en la temperatura, pudiendo “quemar” la planta. Es necesario crear una protección de tierra entre el bocashi y la raíz de la planta.
Bioles o Biopreparados
Se elaboran a partir de la descomposición o fermentación de materia orgánica disuelta en agua. Se busca reproducir microorganismos que transforman, solubilizan y hacen disponibles los minerales que comúnmente no podrían ser aprovechado de manera directa las plantas. En ocasiones, además de la protección que brinda una nutrición adecuada, estos preparados pueden estimular las defensas naturales de las plantas, repeler insectos y controlar parcialmente algunas enfermedades.
En la preparación de los bioles intervienen diversos componentes de fácil adquisición y de los cuales es importante conocer la función que cada uno
cumplen. En la siguiente tabla pueden encontrar la información relacionada con estos componentes:
Algunas maneras de preparar biofertilizantes
Biol
Usado para mejorar el desarrollo vegetativo de las plantas.
Materiales:
• 4 kg de estiércol de ganado vacuno
• 40 litros de agua lluvia o reposada.
• 1 litros de melaza de caña.
• 1 litro de leche.
Preparación:
- Mezclar en un recipiente el agua y el estiércol, revolver enérgicamente.
- Añadir la melaza y la leche y seguir revolviendo.
- Tapar el recipiente, dejando una pequeña abertura para que salgan los gases y entre oxigeno.
- Dejar reposar en un ambiente fresco y con sombra durante 60 días.
- Filtrar y ventilar por espacio de una semana.
- En el momento de su uso mezclar según la dosis requerida.
Dosis de uso, período y momento de aplicación:
Puede aplicarse en todos los cultivos, especialmente durante la etapa de crecimiento o desarrollo vegetativo.
En cultivos hortícolas, los mejores resultados se obtienen con dosis entre
30% y 50% de aplicación (300 ml a 500 ml del biopreparado por cada litro de agua).
Componentes básicos que conforman los abonos naturales
Biofertilizante líquido enriquecido
Adaptado de: Los biopreparados para la producción de hortalizas en la agricultura urbana y periurbana. FAO. 2013.
Este fertilizante es recomendado para la nutrición del suelo, aportando minerales requeridos en el proceso de desarrollo de la planta.
Materiales:
• 1 tambor plástico de 10 litros.
• 1 kg. de plantas frescas picadas, (plantas herbáceas como ortiga,
diente león, caléndula, cadillo y leguminosas como frijol, garbanzo o lenteja disponibles en el lugar).
• 6 libras de estiércol fresco de vaca, caballo, cerdos o gallinas.
• 1 libra de ceniza de madera.
• 4 kg. basalto en polvo; roca volcánica rica en silicatos de magnesio y hierro y bajo contenido en sílice.
• cáscaras de huevo trituradas que aportan calcio según la necesidad de este elemento en donde se va aplicar.
• 3 kg. de ceniza de hueso.
• 1/4 litros de leche o suero de leche.
• Agua (de lluvia o reposada) hasta completar el balde.
Preparación:
- Recolectar las partes aéreas de las plantas seleccionadas.
- Triturar grueso las hojas para facilitar la descomposición.
- Mezclar los ingredientes; hojas, ceniza de madera y de hueso, cascara de huevo, leche y basalto en el medio líquido.
- Revolver el preparado cada día fuertemente en todos los sentidos.
- A los 2 meses, filtrar la mezcla.
- Envasar en recipiente plástico o de vidrio, preferentemente oscuros.
Dosis de uso, período y momento de aplicación:
Diluir 1 litro del preparado en 20 litros de agua; regar sobre la tierra y las plantas cada 20 días.
Para aplicación foliar se puede diluir 1 litro en 10 litros de agua.
Las aplicaciones se aprovechan mejor cuando son más diluidas pero más periódicas.
En los viveros se ha utilizado en aplicación foliar, en sustrato, inoculando
semillas (diluido al 20 %), diluir 200 ml del biopreparado en 1 litro de agua remojando durante 12 horas.
En plántulas al momento de trasplante (diluido al 5 %), diluir 50 ml del biopreparado en 1 litro de agua.
Bioestimulante enraizador
Enraizante a partir de ortiga.
Materiales:
- Ortiga 500 gms.
- Diente de León 300 gms.
- Estiércol fresco de vaca 1 kl.
- Agua 3 litros preferiblemente de lluvia o reposada.
Preparación y uso:
Macerar la ortiga y el diente de león, y diluir en el agua.
Dejar tapado por 2 días.
Para el uso diluir 100 ml del preparado en 3 litros de agua.
Otro excelente enraizador es la Savila:
Licuar o macerar la hoja, puede ser con cáscara.
Remojar los esquejes en este líquido durante 24 horas.
Si lo que se quiere es ayudar a la germinación de semillas, estas se deben remojar en el líquido por 12 horas antes de la siembra.