Agroecología y agriculturas alternativas

por | Ago 23, 2022 | Agricultura Biodinámica

Existen varias definiciones de lo que puede ser la agroecología, algunas se basan en aspectos netamente técnicos y otras plantean la necesidad de vincular nociones éticas y políticas, entre otras. Por lo general, se plantean estas definiciones con un elemento central que tiene que ver con la búsqueda de respuestas a la problemáticas generadas por formas de producción agropecuaria convencionales e industriales que afectan el ambiente.
Bajo el nombre de agroecología no solo se encuentran muchas definiciones, sino que también muchas formas de práctica, algunas con nombres propios como la agricultura naturalizada, la agricultura de sol y la de baja labranza.
Por otro lado, encontramos que bajo el término de Agriculturas Alternativas, desarrollado principalmente por el maestro Mario Mejía, se encuentran con mayor amplitud diversas propuestas que a veces incluso se han desarrollado desde tiempos anteriores a las revoluciones industriales; pero también propuestas más recientes que buscaron hacer contrapeso o distanciarse de las agriculturas convencionales e industrializadas.
La agricultura Biodinámica es una de estas varias propuestas, y ha tenido especial influencia en el Arca Verde, al igual que la Permacultura. Sin embargo, existen muchas otras propuestas interesantes, de las cuales podemos compartir aportes a esa causa común de buscar más armonía con la naturaleza manteniendo una producción de alimentos sanos y la generación de ambientes humanos sostenibles.
En términos generales, estas propuestas buscan aprender de la naturaleza, desde disciplinas como la ecología, pero también desde saberes ancestrales. Las técnicas usadas usualmente llevan a preservar la fertilidad y estructura del suelo, utilizar el agua para satisfacer las necesidades hídricas de manera sostenible y buscar desarrollos a nivel comunitario con miras a generar conservación y recuperación de la biodiversidad local y regional.

  • La agroecología es una práctica para el buen vivir, por eso:
  • Rescata y valora el diálogo de saberes
  • Promueve la utilización eficiente de los patrimonios locales
  • Conserva y recupera plantas y animales en vía de extinción
  • Mejora la regeneración y conservación del agua y el suelo
  • Disminuye la dependencia a insumos externos
  • Mantiene rendimientos aceptables con tecnologías limpias
  • Busca que familias y comunidades que viven del campo tengan alternativas a niveles,
  • económicos, ecológicos, sociales y espirituales.

Para mantener un sistema agroecológico adecuado es necesario:

  • Mantener la estructura y fertilidad del suelo.
  • Utilizar semillas y material vegetal sano.
  • Sembrar diversidad (tener de todo un poco), logrando un mejor equilibrio del ambiente,
  • control natural de plagas y enfermedades y una variedad de alimentos en el plato.
  • Realizar rotación de cultivos e intercalamiento en cada siembra, buscando mantener plantas de raíz, tallo, hojas y frutos.
  • Retirar correcta y oportunamente las partes de plantas que resulten afectadas.
  • Aprovechar la alelopatía (estudio de las relaciones entre las plantas) a fin de disminuir los ataques de enfermedades y plagas.
  • Observar permanentemente el cultivo para detectar los problemas sanitarios a tiempo y
  • prevenir sus efectos o aplicar los correctivos necesarios.

En la agroecología, existen un vínculo potencial para que los habitantes de la ciudad se relacionen con el campo, con el agua, el viento y la naturaleza. Para generar este vínculo es importante ponerle cara a lo que se consume: consumir local, de producción familiar y de subsistencia, con procesos limpios y mejor si hay un nivel de implicación mayor en la producción o con productores y productoras.